Tres de los internos de la UTE, Mario, Agustín y Esteve, han respondido a las preguntas hechas por los alumnos del colegio Maristas- Cristo Rey, a Coruña.
¿Cómo habéis tomado la decisión de ir a un módulo especial como es la UTE?
Esteve- En mi caso fue un educador el que me informó acerca de este módulo especial, y, tras reflexionar acerca de lo que quería en mi vida, he optado por venir aquí, ya que pienso que es lo mejor para mi vida.
Mario- Yo quería un cambio en mi vida, hasta el momento de la decisión, sólo había visto como todo lo que tenía alrededor se destruía por mi problema con las drogas.
Agustín- Puedo decir que lo que me llevó a tomar la decisión fue la iniciativa propia de querer cambiar algo que estaba mal en mi vida.
¿Qué pensáis estando en la cárcel, es decir, sobre el exterior y sobre el pasado?
Esteve, Mario y Agustín- Anhelamos muchas cosas, por lo que la mayor parte de nuestro tiempo estamos pensando en la familia,en nuestra casa, o cosas tan sencillas como el olor de una flor, el olor a lluvia, a mar... Nos imaginamos con una familia, una vida tranquila y totalmente rehecha.
¿Qué haríais al salir de la cárcel?
Esteve, Mario y Agustín- En primer lugar trabajar para ayudar a la familia y poder devolver de alguna forma los favores a nuestros seres queridos, también disfrutar de ellos y de las cosas que nos creemos que son insignificantes pero, que en realidad tienen mucho peso en la vida de cualquier persona.
¿ Cómo empezastéis a drograros y por qué?
Agustín- Empece con 14 años, mi primo también consumía y yo me deje llevar.
Mario- Lo mío fue por curiosidad, con 13 años. También influyó que en mi barrio veía como la gente que estaba en el mundo de las drogas conseguía cosas, es decir, tenían buenos coches o casas y yo también las quería tener. Ahora, al pensarlo, pienso que se paga un precio muy alto por querer ser como quién no debes.
Esteve- Yo empece a los trece años y al igual que mi compañero fue por curiosidad.
¿Hasta que punto fue importante la droga en vuestra vida?
Esteve, Mario y Agustín- La droga lo fue todo en nuestra vida, era como comer, se tenía la necesidad de consumir todos los días. Fue lo más importante para nosotros, cuando llegas al punto en el que estábamos nosotros no eres capaz ni de comer, simplemente te alimentas con líquidos, de ahí la extrema delgadez que se suele tener. Se piensa más en la droga que en la comida, e incluso eres capaz de robarle a tu madre para poder consumir.
¿Cuánto tardaron tus seres queridos en volver a confiar en ti?
Agustín- Pues desde que entré en prisión, unos tres años.
Mario- Mi situación fue diferente, mi madre siempre estuvo a mi lado, nunca tiró la toalla; esto, es uno de los motivos que más me ayudaron para pelear en esta lucha.
Esteve- Yo creo que mi familia es consciente del problema y saben que corremos riesgos de recaer. Por esto, no existe la confianza al cien por cien. El toxicómano corre riesgos toda la vida y cuando sales en libertad existe la desconfianza.
¿Cómo reaccionaron tus familiares cuando entraste en la cárcel?
Agustín y Esteve- Pues muy mal aunque lo veían venir. Son padres, y tú, eres su hijo, cuando te ocurren cosas de este tipo se sienten destrozados.
Mario- Mi situación también fue complicada puesto que separé a mis padres durante un año. Mi padre culpaba a mi madre porque ella me cubría.
¿Os resultó muy complicado tomar la decisión de entrar en el taller Di k Non por el “qué pensarán de mí”?
Esteve, Mario y Agustín- No, para nada. Entramos por iniciativa propia porque somos conscientes de que es bueno para nosotros y podemos aportar mucho a los adolescentes gallegos.
Ya que decís que no sois personas porque no sois libres, ¿Tenéis derechos? ¿Tenéis derecho a votar cuando son las elecciones?
Esteve, Mario y Agustín- Tenemos los mismos derechos que cualquier persona, exceptuando los que se encuentran limitados por privación de libertad. Sí, podemos votar salvo que exista una sentencia judicial que lo impida. Aunque no solemos votar porque en ocasiones nos sentimos marginados por el poder político.
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